sábado, 13 de diciembre de 2014

Ikea

Aunque parezca increíble, no voy a hablar del nuevo anuncio de Navidad de Ikea. Que me parece un gran anuncio (como casi todos los de la marca), aunque igual debería achacarlo un poco también a mi síndrome premenstrual...
Bueno, hablaré de él cuando haga el experimento con mis sobrinos, que no me creo yo que a todos los niños les nazca decir eso así de pum. Por si alguien aún no ha visto el anuncio, aquí lo dejo.

Yo vengo aquí a hablar de mi única experiencia en el Ikea.
Porque yo siempre había querido ir a esta tienda sueca. Después de escuchar todas esas historias sobre sus tartas de mierda (literalmente) y sus riquísimas albóndigas de carne de dudosa procedencia... a mí me tenían ganada, y no me creo que alguien no quisiera ir, aunque sólo fuera por probar su exótica comida.
Y bueno, la parte de muebles pues... supongo que como a casi toda mujer, a mí todo lo que sea decoración, velitas y pijotadas así... me chifla. Así que cuando abrieron el Ikea de mi ciudad, allá que fui con una amiga.

Para empezar, menos mal que fui con alguien que ya había ido, porque a mí me sueltas allí sola, y no sé ni encontrar la entrada. Si mi amiga ya había ido, y tuvimos que subir y bajar un par de veces las escaleras sólo para encontrar los carros...

Pero bueno, una vez conseguido el carro, nos andentramos en los enormes pasillos por los que tienes que pasar por narices, te guste o no. Yo iba como los caballos cuando les limitas las visión lateral -sé que adoráis mi gran capacidad de expresión-, lo visualizáis, no? yo iba a por mi silla de escritorio, y no tenía dinero para más, así que mirar para no comprar es tontería.
Adivináis dónde estaban las sillas de escritorio, verdad? Efectivamente, al final de todo el maldito Ikea, al lado de las cajas. Aunque total, iba a tener que pasar por allí aunque hubieran estado al principio, es la magia del Ikea.

Otra razón por la que menos mal que no iba sola, es que allí todo va por código. Yo no entendía nada, yo quería mi silla de escritorio, normalita, nada más. Menos mal que mi amiga se defendía en el "idioma" y encontró mi silla, o el hueco donde debería estar al menos, porque como yo soy pobre y voy a lo más barato, habían volado todas. Así que preguntamos por si tenían más en el almacén, y el amable chico me dijo que mirara en otro rincón, que igual quedaba allí alguna. Y sí, allí estaban las cuatro que quedaban. Así que después de casi abrirme la cabeza para sacar una, fuimos a la caja, que como la teníamos delante no había más pérdida.

Ya sólo por encontrar mi silla entre tanto código, y cargarla sin ayuda con lo poca cosa que soy yo, estaba orgullosa. Pero lo bueno del Ikea, es que la experiencia no acaba en la tienda, porque como luego tú en casa te conviertes en el manitas del vecindario, aún puedes seguir disfrutando.

Aquí os dejo los pasos a seguir del manitas del Ikea:
1. Abrir la caja y sacar todas las piezas.
2. Flipar al ver que una de las piezas está metida en el respaldo de la silla (a propósito quiero decir).
3. Sacar todos los tornillitos.
4. Contar los tornillitos y corroborar que no falta ninguno.
5. Mini-infarto al ver que de repente te faltan tornillos.
6. Respirar al ver que estás sentada encima de unos pocos.
7. Mirar las instrucciones y empezar a montar.
8. Cansarte.
9. Montar los reposa brazos al revés.
10. Desmontar y volver a montarlos (mientras te llamas inútil a ti misma).
11. Apretar todos los tornillos otra vez (no vaya a ser que te sientes y se desmonte la silla).
12. Probar la silla con temor (esto varía según la confianza que cada uno tenga en sí mismo).
13. Sentirte orgullosa de tu "construcción".

Y así fue como ahora puedo escribiros desde mi nueva silla, que debe tener media España.
En la próxima edición de aprende a ser un/a manitas, os contaré como arreglé mi persiana casi por arte de magia.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Caminante no hay camino...

Dentro de unos meses volveré a ese punto en el que estaba hace casi dos años. En realidad creo que no llegué a salir de él, pero bueno.

Dentro de unos meses tendré que replantearme mi vida otra vez. Y para no pensar en todo esto que me agobia un poco, pues me puse a leer esas libretas que tengo repartidas por la habitación. Esas libretas que escribí hace ya muchos muchos años, y que me hacen recordar lo perdida que estaba (más que nunca), y lo bien que encontré el camino al final.
Así que mejor dejar que las cosas vayan pasando, y los pasos vayan formando solos el camino.

Por otra parte, ya es Noviembre ¡al fin! al fin puedo escribir esto tapada con una mantita y disfrutando de una taza caliente de café. Y no me vengáis con que el frío es horrible, porque ya tocaba, y lo sabés. Que los amantes del calor habéis tenido 4 meses de temperaturas que rondaban los 30 grados, y los 40 también. Mi criptonita

Noviembre este año viene acompañado de una escapada a las tierras alemanas, que ya las echamos de menos. Va a ser una estancia breve, pero la vamos a exprimir al máximo, como siempre.


De normal suelen pasarme cosas no muy buenas este mes, pero este año me voy a centrar en lo positivo. Así que adelante, estoy preparada.



martes, 30 de septiembre de 2014

Gotham

La noche estrellada de Van Gogh es mi cuadro favorito. Desde que lo descubrí cuando era pequeña, siempre lo ha sido.

Pintado una primavera 100 años antes de que yo naciera, son las vistas que tenía desde un manicomio. Unos cipreses, un pueblo detrás y una noche llena de estrellas… Hace poco me di cuenta de que contiene más cosas vinculadas a mí de las que creía.

El mundo está lleno de casualidades, y que ésta sea una de mis obras de arte favoritas es una de ellas. Y sólo una persona sabe por qué.

Puede que algún día vaya a Nueva York y lo vea en directo, pero mientras eso se queda en asuntos pendientes, os dejo este. Que no es la noche estrellada de Van Gogh, pero sí la noche estrellada de Batman. Lo vi y me hizo mucha gracia, así que tenía que compartirlo.




lunes, 1 de septiembre de 2014

Calor, si me quieres vete pronto

Hoy es 1 de septiembre. Lo que significa que todo eso que he ido postergando durante este verano, que no es poco, tengo que dejar de postergarlo y ponerme a ello. (¿Quién nos mandaría a veces ser responsables?)

Así que he empezado la mañana limpiando a fondo la habitación y luego me he puesto a leer cosas del TFM. Y no sé cómo, he acabado leyendo cosas de física cuántica y viendo vídeos sobre ello por Youtube. Sí, habéis leído bien, me podéis llamar friki. Si invirtiera más mi tiempo en cosas así en lugar de ver vídeos de gatos y gente haciendo un FAIL con el #IceBucketChallenge dominaría el mundo.

Siempre se me ha dado mal la física, pero siempre me ha interesado un montón, en serio, me quedo embobada escuchando a gente que sabe de esto. Soy incapaz de explicar cualquier cosa sobre ello, aunque en mi cabeza todo tenga su sentido y llegue a entender ciertas cosas, no consigo transmitirlas. Y así de bien me fue con ella en Bachiller jaja.
Bueno, esto me pasa con la física y con muchas otras cosas, soy un desastre para explicarme, y siempre acabo con la mítica frase "yo me entiendo". Es algo en lo que tengo que trabajar.

Pero bueno, yo venía aquí a hablar de mi libro, digo de septiembre. Septiembre, el mes de los comienzos. Mira que me gusta poco agosto, pero que poquito te echaba de menos este año septiembre. Yo con que no haga casi 40 grados me conformo, y ni eso me traes :(

Pues eso, que a volver a ser seres productivos, que ya toca. Y ya que en este verano no he hecho todo eso que tenía en mente porque he hecho otras cosas mucho mejores que seguro que en alguna entrada contaré, pues habrá que ponerse manos a la obra.


Y Ed Sheeran como banda sonora de este verano. Que no lo conocía y ha sido un gran descubrimiento para mí. Y sí, había visto el Hobbit, soy así de inculta que no me fijo ni en la BSO.




martes, 12 de agosto de 2014

¡Oh Capitán, mi Capitán!

“Pensé en lo que me dijiste el otro día, sobre mis pinturas.
Me pasé casi toda la noche pensando y se me ocurrió una idea. Luego caí en un sueño plácido, y no volví a pensar en ti.
¿Sabes qué se me ocurrió?
Que eres un crío y que en realidad no tienes la menor idea de lo que hablas.
Es normal, nunca saliste de Boston.

Si te pregunto sobre arte seguramente me darás detalles de todos los libros de arte jamás escritos. Miguel Ángel. Lo sabes todo: vida y obra, aspiraciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual… lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme como huele la Capilla Sixtina. Nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo... No lo has visto.

Si te pregunto por las mujeres, supongo que me harás una lista de tus favoritas. Puede que hayas echado unos cuantos polvos. Pero no puedes decirme que se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad.
Eres duro.

Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare “De nuevo en la brecha amigos míos“. Pero no has estado en ninguna.
Nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos, esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro.

Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto.
Pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable. Ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la Tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni que se siente al ser su ángel. Al darle tu amor, darlo para siempre. Y pasar por todo. Pasar por el cáncer.

No sabes lo que es dormir en un hospital dos meses, sosteniendo su mano, porque los médicos pueden ver en tus ojos que el término horario de visitas no va contigo. No sabes lo que significa perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.

Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo.
Eres un genio Will, eso nadie lo niega. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior.
En cambio, presumes de saberlo todo sobre mí porque viste un cuadro que pinté y rajaste mi puta vida de arriba a bajo.

Eres huérfano, ¿verdad?.
¿Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te has sentido, quién eres... porque he leído Oliver Twist?, ¿Un libro basta para definirte?.
Personalmente, eso me importa una mierda porque no puedo aprender nada de ti ni saber nada de ti de un maldito libro.
Pero si quieres hablar de ti, de quién eres, estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo. Te aterroriza decir lo que sientes.
Tú mueves, chaval.”



Hoy me he enterado de la muerte de uno de mis actores favoritos. Tantas comedias en su vida y al final la depresión ganó la partida.
Nunca hago cosas de estas, pero en este caso me ha tocado la fibra sensible, quizás porque es uno de esos actores que me ha acompañado desde mi infancia.
Justo el domingo me bajé "El club de los poetas muertos", para volverla a ver por no se cuanta vez ya. Creo que haré un maratón de sus películas y empezaré por esa.
Adiós Capitán.


martes, 29 de julio de 2014



La vida es inestabilidad. Nos empeñamos en lo contrario, en que todo tenga un equilibrio, pero lo natural no es del todo así.

Y habrá momentos en los que todo se desmorone y tengamos que reconstruir las cosas de nuevo, y otros en los que simplemente habrá que seguir la estructura de lo que ya estamos construyendo. Habrán edificios que permanezcan y otros que no. Y habrá gente a la que conocerás en momentos indicados, aunque se trate más de conocer a la gente indicada.

Todo esto sin olvidar que también se puede vivir sin edificios, claro, y hay momentos de la vida en los que lo preferimos así. Y creo que ahora estoy en uno de esos, sólo quiero verde y mar y dejar las construcciones para septiembre. Y que por favor, por favor, me lleven lejos de este calor infernal.

PD: Y si no entendéis nada, es normal.



jueves, 26 de junio de 2014

Y ya está


El modo en el que elegimos vernos, limita quienes podríamos llegar a ser. Porque somos mucho más capaces de lo que imaginamos. Porque todos podemos hacer cosas que nunca hemos hecho antes. Porque a veces podemos sorprendernos incluso a nosotros mismos.

Es todo lo que necesitamos.


viernes, 9 de mayo de 2014

Muchas cosas funcionan así



Estaba yo mirando cosas por internet, porque para qué voy a hacer algo útil, si vivo con 0 obligaciones... Total que me he encontrado con esta imagen que al principio simplemente me ha hecho mucha gracia y luego he visto el pie de página que le acompañaba, y tiene toda la razón. Hay que ver lo estúpidos que somos a veces, y lo mucho que nos dejamos mangonear.
Y no me extiendo más porque tengo que seguir trabajando mirando cosas por internet, así que os dejo abiertos los comentarios por si alguien se quiere explayar por mí :)



jueves, 17 de abril de 2014

Y esas cosas...

Es algo común, por lo menos entre las personas con las que lo he comentado, querer llevar escayola de pequeño. Sobre todo en la pierna, porque si no te ponían muletas perdía la gracia, aunque aquello de que tus amigos te dibujaran penes, digo te la firmaran, también tenía su aquél.

No sé, yo creo que los que pensábamos así éramos (somos) un poco idiotas. Creíamos que llevar muletas molaba. Entonces se las pedías siempre a tu amiga la de los esguinces porque tú por algún motivo nunca te hacías uno, y te pasabas la hora del patio venga a subir y bajar escaleras haciendo el tonto con las muletas. Lo mejor llegaba cuando se juntaban dos y empezaban las competiciones de a ver quién es más idiota y hace antes el circuito, eso sí, los heridos pocas veces participaban, por seguridad.

Pero mi idiotez llegaba aún más al extremo, porque yo no sólo quería llevar muletas, también quería llevar aparato (de ese que te hacia hablar raro) y gafas. 
Desde siempre he sido una persona con unas ideas muy normales… 

Pues bien, en esa época en la que quería llevar todo eso que muchos de mis amigos llevaban (las desgracias repartidas, eso sí) pues nunca me tocó, porque el destino tenía todo eso preparado (menos las gafas) para mi adolescencia.
Así que en mi adolescencia llevé escayola en las vacaciones de Fallas, llevé muletas en verano, llevé aparato prácticamente toda esa etapa… Genial, efectivamente fue una época gloriosa en mi vida.

Y recordando todo esto pienso si lo que quiero ahora, va a ser realmente lo que querré dentro de unos años... Supongo que habrá cosas que sí y cosas que no, pero de lo importante ¿seguiré pensando lo mismo que pienso ahora?
No es que sea algo que me preocupe, soy bastante fiel al right here, right now, pero sí que me parece interesante el cambio de pensamientos de una etapa a otra, y en parte siento curiosidad por saber cómo va a cambiar todo eso que ahora pienso sobre algunos aspectos de la vida. Porque también son cosas que estoy viendo en gente de mi alrededor y no deja de sorprenderme, que personas que tenían tan claro una cosa (o eso hacían ver) al final han dirigido su camino en dirección opuesta, y están muy felices con su decisión, que realmente es lo que importa.


Así que exijo a mi futuro yo, que haga una reflexión en retrospectiva para ver cómo ha ido (in)evolucionando.


Releyendo me he dado cuenta de que me hacen reflexionar un poco cosas super absurdas, pero yo soy así.


miércoles, 9 de abril de 2014

¿Te acuerdas?

Iba a escribir una entrada que empezaba diciendo “Cuando era pequeña…” pero  entonces me ha venido a la mente mi sobrina, y el hilo ha tomado otro rumbo, así que dejaremos esa historia para otro día.

Y es que mi sobrina acaba de cumplir 5 años, pero ella dice que no es pequeña, que ya es mayor y que el pequeño es su hermano.

Mi sobrina es una cabezota (no sé a quién habrá salido…), pero de estas que creen que pueden con todo y lo intentan hasta que lo consiguen (porque la mayoría de las veces lo consigue), y entonces tú, que a lo mejor te has pasado 10 minutos simplemente viendo como intenta abrir una caja con truco, no sientes que hayas perdido el tiempo, te sientes super orgullosa de ella, más incluso de lo que ella está, y te mira con una sonrisa que dice “Te dije que podía”.

Y piensas, si con 5 años ya es así, cuando tenga más no le va a parar nadie. Y esperas que así sea, que no se le crucen las cosas,  que siga consiguiendo lo que se propone porque ella puede, y que venga a decírtelo con una sonrisa de satisfacción con cada logro. Pero que también sepa que si ella no puede, estamos ahí para enseñarle nosotros cómo hacerlo.

Así que al final va a ser verdad eso de que ella no es pequeña, porque es una grande.

No sé si alguna vez he comentado que yo hice mis prácticas en un centro de personas con Alzheimer. 
La verdad es que nunca me he considerado una persona muy paciente, pero con ellos tenía una paciencia infinita, y no es que tuviera que forzarlo, es que me salía solo (lo mismo me pasa con mis sobrinos).

La paciencia es algo que tienes que trasmitir a las familias. Si son capaces de repetirles miles de veces lo mismo a un niño, por qué no a sus padres que ya tuvieron que hacerlo con ellos cuando eran pequeños, sus padres que le enseñaron aquello que ahora ellos deben “volverles a enseñar”… 
En muchos aspectos, son como niños, aunque no se les deba tratar igual, son adultos, pero desprenden la inocencia de un niño.

Trabajar con ellos me enseñó mucho, a comprender que aunque padezcan una enfermedad que les haga no recordar muchas cosas (por desgracia entre otros muchos síntomas), no olvidan el trato cariñoso que les muestras y te lo devuelven multiplicado por mil, en serio, es una de las cosas que más echaré de menos, las sonrisas que muestran en cuanto te ven, los besos y los abrazos, las risas, sus historias (se repitan o no)… Es muy difícil expresar todo el cariño que mostraban con nosotros. Aunque también había momentos difíciles en los que la tensión aumentaba debido al cambio brusco del estado de ánimo de alguno de ellos, pero al final esas cosas no son con las que te quedas.

Sin duda ellos me enseñaron mucho más de lo que yo pude ayudarles, aprendes muchas cosas de las que no eres consciente hasta que pasa el tiempo.

Aprendes que la música es una de las mayores memorias que existen, porque eso que se dice de que los olores son uno de los mayores evocadores de recuerdos probablemente sea cierto, pero desgraciadamente en la enfermedad de Alzheimer el olfato es uno de los primeros sentidos que se deteriora, de hecho cuando trabajaba con ellos en esta área ni siquiera eran capaces de reconocer el olor. En cambio cuando sonaban las primeras notas de la guitarra, ese momento en el que yo aún no había reconocido la canción, ellos ya la estaban cantando, y con cada canción que cantaban los vi reír, bailar, llorar… Algunos no querían cantar en ese momento y me contaban historias que habían vivido en las verbenas de sus pueblos y cosas así, muy golfos todos ellos ;)

No quiero hablar de la parte triste de esto, que no es pequeña, porque al final hay que quedarse con las cosas buenas, con esos momentos de lucidez en los que se acuerdan de que la semana pasada faltaste y te preguntan qué te pasó, con las miradas que te dicen mucho más que unas palabras que en ese momento no recuerdan como pronunciar, con la historia de sus vidas y su orgullo al contarlas, al hablar de su familia, con los momentos en los que se acuerdan de algo y llegan a llorar de la risa…

Son miles de cosas las que podría escribir de esa experiencia, muchas anécdotas, pero espero que nunca tengáis que vivir una experiencia así de cerca, porque es realmente duro.

En una de las charlas del curso de formación nos pusieron una viñeta en la que habían dos hombres sentados en un banco y uno le decía al otro: 
¿Te acuerdas cuando decíamos ‘¿Te acuerdas…?’ 
¡nos acordábamos!?
Me hizo gracia, yo ya voy en camino por lo visto, porque la mitad de las veces que me dicen eso me tienen que dar más detalles para que me acuerde de la situación ¡Un desastre!


Así que esta entrada va de extremos, de la infancia y de la "vejez", pero sobre todo, de que existe un punto en común que a veces es difícil de ver.


domingo, 6 de abril de 2014

Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan

Hace tiempo, hablando con un amigo, me dijo que para él un buen regalo no es un viaje, o una escapada. Me dijo que algo que no es material no es un regalo. 
Aquello llevó a una larga discusión en la que él siguió pensando que algo que “no perdura” no puede ser un regalo, y yo seguí pensando que para mí, un viaje, es el mejor de los regalos y la mayor de las inversiones (y la gente de mi alrededor lo sabe bien).

Sé que hay gente a la que no le gusta viajar, no disfruta descubriendo nuevos lugares, perdiéndose en ellos o fotografiándolos, no tienen interés en conocer otras formas de vivir, y para mí, se pierden muchas cosas... 
Sé que hay gente que no tiene la misma visión que yo, y en este tema me cuesta entenderlo, pero lo acepto.

Por otra parte, también soy consciente de la diferencia entre viajero y turista. Para mí una de las formas de diferenciar a uno de otro es el tipo de equipaje que lleva, y yo, hasta este año (y porque me la regalaron) no tenía una maleta como tal, no sé si eso os dice algo… Aunque he de reconocer que según la ocasión me muevo en uno o en otro, no soy de las que considera que uno sea peor y otro mejor, simplemente son distintas formas de conocer nuevos lugares.

A mí viajar me da la vida. 
No concibo pasar demasiado tiempo sin escapar a algún sitio, no concibo la vida sin ver más de lo que ya conozco. Y vale que cuesta dinero, pero tampoco es necesario dormir en el mejor hotel o comer en el mejor restaurante, hay que saber ahorrar, pero también saber gastar, y te aseguro que si te gusta viajar te buscas la vida para poder hacerlo, el resto son excusas.


Así que deja huella en otros lugares, o mejor deja que otros lugares dejen huella en ti.


miércoles, 2 de abril de 2014

A mi otro yo

Hoy iba en el autobús de vuelta a casa y me ha venido a la mente esa frase que está tan de moda de "Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste", y me he imaginado haciendo un montón de cosas muy absurdas (de las que aún no he hecho) que daban para vídeo, entonces me ha entrado la risa y la mujer de al lado se ha quedado un poco extrañada. 
Creo que en ese momento es en el que me he dado cuenta de que últimamente no soy yo, y que espero que esa parte de mí vuelva pronto.

Estos días (y digo días porque suena mejor) me debato entre no parar de hacer cosas y así no tener tiempo para pensar o simplemente tirarme en la cama, subir el volumen de la música y aislarme de todo/s. Tan apetecible esa segunda opción…

Hace tiempo que no me paso ni por aquí ni por otros blogs, hace tiempo que no hago muchas cosas que me gustan, y esto me está quemando no sabéis hasta qué niveles. Estoy cansada, pero cansada de todo, y yo no soy así.

Estar continuamente levantándote de una para que venga otra a volcarte agota, mucho, pero hay que seguir. Si algo aprendí con el intento de surf es que cruzar las olas cansa, pero las vistas y la tranquilidad del otro lado merecen la pena.

Ni siquiera sé por qué escribo esto, supongo que me echo de menos, supongo que estoy esperando ese momento del reencuentro conmigo misma ¿la idealización del momento hará que defrauden las expectativas? 
Tonterías a parte me echo de menos de verdad, así que esto va por esa parte de mí que me ha abandonado este tiempo y que espero que vuelva pronto. 


Fdo.: Mis hormonas


PD: Por si sirve de algo he llenado la despensa con cosas que nos encantan, así que o te das prisa o arraso con todo yo sola.



sábado, 1 de marzo de 2014

Filosofía de vida


“Cuando alguien es capaz de reírse sobre lo que le pasa, nadie tiene poder sobre él.”

El otro día tenía que estudiar, así que me puse a hacer una limpieza en profundidad de la habitación. Porque ese es el primer paso para asegurar un buen estudio, y todo estudiante que se precie debería ser consciente de este hecho. 
Y ya que me ponía... moví todos los muebles a ver si la nueva orientación me motivaba más en mi estudio (cosa que no sucedió ¡¿quién lo hubiera imaginado?!).

Dejando de lado la de mierda que hay bajo esos muebles que no mueves en la vida (de verdad, una civilización nueva bajo cada mueble), encuentras cosas de las que ni te acordabas que tenías, como una libreta con frases como la que encabeza esta entrada. Y me acordé de que empecé a recopilar frases así, porque hace años encontré una libreta de cuando mi madre era joven con frases del mismo estilo, y pensé por qué no continuar la “tradición”.

Pero volvamos al tema, esa frase la escribí hace un montón de años, y ya ni me acordaba de ella, pero la verdad es que gran parte de mi forma de ser la baso en eso, bueno creo que para muestra un botón, sólo hay que leer las entradas que escribo sobre mi habilidad en la vida… 
Pero la cuestión es que a mucha gente le falta interiorizar esto, y montan un drama por cosas que yo me tomaría a risa. Que está claro que en el momento hay cosas que pueden ser una putada, pero pasado el tiempo ¿qué más da? Pues te pasó lo que te pasó, alégrate por haber vivido una experiencia más y estar donde estás, no todos pueden decir lo mismo.

Y esa frase en concreto tiene mucha razón, porque cuando tú eres la primera que se toma a risa lo que le pasa, nadie puede atacarte por ahí, y si lo hace, las risas están aseguradas.

Así que más comedia, y menos dramas.




viernes, 24 de enero de 2014

Feliz no cumpleaños

Mañana, 25 de enero, entraré en ese primer cuarto de siglo (Oh man!). 
Y después de 5 años voy a poder pasar ese día rodeada de mi gente y no de apuntes y libros ¡I can’t believe it! (me estoy poniendo ya seria con mi inglés, apreciad el nivel).

Y siempre siempre siempre antes del día de mi cumpleaños es cuando echo realmente la vista atrás, y pienso en todas las cosas que he hecho mientras tenía X años, en este caso ¿qué he hecho a mis 24 años? Y blablablá… todas esas reflexiones que nos gusta hacer de vez en cuando.

Desde mi punto de vista toda reflexión implica un cambio, por pequeño que sea. Pues bien, para mis 25 voy a cambiar la frase “quiero hacer” por “voy a hacer”, y aunque esto de las autoinstrucciones parezca una chorrada, porque al fin y al cabo estás haciendo algo tan sencillo como cambiar un verbo, funciona si lo haces bien.

Actualización breve y chorra, pero tengo prisa, y a mis 24 apuntándome con una pistola para despedirme de ellos como toca.



PD: en otro orden de cosas, desde aquí quiero dar las gracias a Google Chrome por poner el icono del altavoz en aquellas pestañas cuya web tiene sonido, de verdad, la mejor actualización de la historia, porque yo soy de las que tiene mil pestañas abiertas y cuando tenía que descubrir de donde venía la música o el sonido me volvía loca. Thanks a lot (ya paro).


miércoles, 15 de enero de 2014

Liebster Award


Ya he dicho alguna vez que no soy muy fan de hacer estas cosas, aunque me gusta leerlas en otros blogs, pero la verdad es que en esta ocasión me viene genial para actualizar esto un poco, así que aprovechando que he sido nominada por dos hortalizas muy salás, vamos a ello.

Las instrucciones a seguir (y que yo nunca sigo) son:
1. Nombrar, agradecer y seguir al blog que te nominó (yo no agradezco porque soy una rebelde).
2. Responder a las once preguntas que te han planteado.
3. Nominar a 11 blogs con menos de 100 seguidores y dárselo a conocer (pereza).
4. Plantear 11 nuevas preguntas (pereza al cuadrado).


PREGUNTAS:

1. Si tu blog fuese un animal, ¿qué nombre le pondrías?
¿Cabía alguna duda? xD

2. Si te pagasen 1000 € por promocionar en una sola entrada de tu blog algo con lo que estás totalmente en contra, ¿lo harías?
¿1000€? ni que me sacara de pobre.

3. ¿Dónde escribes las entradas? ¿En papel o directamente en el ordenador?
Ordenador siempre, y me ahorro la doble faena. 
No es ser vaga, es ser práctica :p

4. ¿Qué Bso le pondrías a tu blog?
Pues teniendo en cuenta que el título viene de una canción, supongo que debería ponerla como BSO, aunque no pega demasiado, pero ahí queda: Slide Away - Oasis
En parte es un rincón al que 'escapar'.

5. ¿Si Spielberg te llama porque quiere hacer una peli de tu vida basándose en tu blog, pero añadiendo cosas inventadas como que eres borracho/a o drogata. ¿le dejarías? O no permitirías semejantes injurias guiño guiño
¿Bromeas? el sueño de mi vida, por ese único motivo me hice un blog. 
Spielberg, call me baby, y págame más de esos 1000€ que se ofrecían por ahí arriba, o lo siento, pero no cedo nada, y mira que algunas historias me dan para miniserie, y digo miniserie porque suelen ser malas xD

6. Si te dijesen que cada vez que escribes una entrada, muere una mariquita. Y teniendo en cuenta que Pimiento tuvo 2 mariquitas llamadas Pepito y Pepita, pero un día desaparecieron… ¿te arriesgarías a seguir escribiendo pudiendo asesinar a a las mascotas de Pimiento?
Si me dijeran que por cada entrada que escribiera me darían un millón de euros pero moriría una mariquita desconocida de cualquier parte del mundo y que nunca sabría qué mariquita es... pues a pesar de lo que dije en mi entrada (hablando de personas y no de mariquitas, y de botones rojos y no de entradas) igual me lo pensaba, eh? 
Yo lo siento por Pimiento, pero si desaparecieron es que tan bien no las cuidaba... ;p

7. De los blogs que lees habitualmente, ¿cuál te hubiese gustado ser tú el autor/a?
'Pasalacabra'.

8. Si alguien te propusiese colaborar en tu blog escribiendo una entrada semanal, ¿le dejarías o le dirías: Quita bisho!!! Créate tu propio blog usurpadorr!
¿Why not? habría que ver de quién se trata y leer yo la entrada antes de publicarla, por aquello de que no me ponga verde nada más, eh? que yo no soy desconfiada pero hay que tener también unas normas de seguridad, y bueno igual también habría que tener en cuenta que... bueno ya vale de justificaciones, es mi blog y mando yo que para eso mío.

9. Si un día se te aparece tu yo del futuro medio muerto y antes de volver a desaparecer te dice: El blog….
¿Qué harías?
Soy un poco corta, no entiendo muy bien a mi yo del futuro ¡¿Qué pretendes decirme?! el blog... ¿el blog qué? ¡¿no ha funcionado nuestro plan de lanzarnos a la fama?! *drama*

10. Un día tu madre te dice que ha descubierto un blog que le llama la atención, y resulta que es el tuyo. ¿Se lo dirías?
Teniendo en cuenta que es mi madre probablemente sabría que soy yo, o algo sospecharía, más que nada porque en este blog hay escritas muchas de mis "habilidades" y mi madre es plenamente consciente de la torpe persona que soy.
Y por otra parte teniendo en cuenta que es mi blog, tampoco creo que le llamara mucho la atención xD

 11. Una revista te pide que trabajes para ellos escribiendo una columna con el mismo contenido del blog, pero a cambio no sólo tendrías un buen sueldecillo, sino que tendrías que perder el anonimato firmando con tu nombre, apellidos y una foto. ¿Aceptas?
Como dijo Groucho Marx:
"Jamás pertenecería a un club que tuviera a alguien como yo de socio"
Pues eso.


Y.... hasta aquí la entrada de hoy. Tenéis estas 11 preguntas formuladas por Pimiento y Tomate a vuestra disposición, es la herencia que me han dejado y que yo os cedo, así que quien quiera es libre de hacerlo y publicarlo en su blog, y yo encantada de leerlo como seguro que muchos otros ¡Animaos!