Acaba
la carrera, encuentra un trabajo o sigue estudiando mientras lo buscas y te
pones a trabajar también. Ahorra y cómprate un piso, y un perro, o un gato,
aunque a lo mejor te has independizado junto a tu pareja y él/ella le tiene
alergia a todo tipo de animal, no sé.
Id al
Ikea y amueblad la casa, que quede a gusto de los dos, pero a la vez de ninguno
en concreto.
Trabaja
entre semana, dedícate a la familia los fines de semana, piensa en tener un
hijo, o dos, o tres… mejor céntrate en uno y luego ya se verá que llega.
Cásate,
que te pida matrimonio en la Torre Eiffel, o en Italia con un plato de
spaghettis y un acordeonista tocando a vuestro lado, o mejor pídeselo tú en el
sofá de tu casa mientras veis vuestra serie favorita y así tenéis más a mano lo
de celebrarlo entre las mantas.
Que la
luna de miel sea en la Riviera Maya, que está de moda y lo suficientemente lejos
como para fardar de viaje y pensar que es el paraíso.
Ten un
hijo, forma una familia, no te olvides del perro, o el gato, a lo mejor ahora
tenéis los dos porque resulta que tu pareja no era alérgica, todo ello entra en
el pack familiar.
Ahora tu
vida es parque, trabajo, casa, familia… Juega con tu hijo, besa a tu pareja,
ríete con tus amigos, come con tus padres… y no te olvides de la escapadita al
chalet de los vecinos de vez en cuando, sobre todo en verano, que tienen
piscina.
¿Qué te
falta? ¿no es esto lo que quiere todo el mundo?
…
Pues
no.
Tengo
que admitir que me da un “poco” de miedo eso de vivir según lo establecido. Que
mi familia ya da por hecho que yo cuando tenga mis ahorros (o antes) me iré a
vivir con mi pareja, y que mi vida será una vida rutinaria como otras muchas,
que nos casaremos, que tendremos un hijo o dos, y para mi madre ojalá no hayan
animales, pero lo siento mamá, los habrá en algún momento.
El caso
es que yo no quiero eso, aunque al final acabe siendo lo más probable, pero no
es lo que ahora mismo quiero.
Y yo pensaba que era algo normal, que aún soy joven
y por supuesto quiero ver mucho mundo, conocer muchas culturas y no tener una
rutina marcada hasta dentro de muchos años.
Pues resulta que no, que gente de
mi edad no piensa así, que quieren ya encontrar un trabajo estable, un piso,
formar una familia, y que sus hijos jueguen con los míos…
Me
parece perfecto que quieran seguir paso a paso las pautas que marca la
sociedad, y lo tengan tan claro y asumido, ojalá tuviera yo algo claro ahora
mismo, pero yo necesito algo más, esa vida a mí no me motiva, y antes de tener
hijos (si tengo) o un perro o un gato o incluso otra coneja, antes de atarme a
un piso, a un trabajo, antes de todo eso quiero disfrutar de otras muchas cosas
que sé que con todo eso no podrá ser.
Y me da un miedo atroz no poder cumplir
la única cosa que tengo clara, que paradójicamente es una incertidumbre.
Y habrá
quien piense que es una inmadurez, pero no. Precisamente lo que quiero es
seguir aprendiendo, aprendiendo de otras personas y de otros lugares. Aunque
sea muy fácil decirlo y de valientes hacerlo.
Y por
supuesto sé, que por suerte, no soy la única que piensa así.