Cuando
era pequeña me gustaba mucho leer, por suerte es una afición que aún mantengo.
Un día mi padre llegó a casa con un libro nuevo, y me dijo que ese libro iba a cambiar muchas
cosas en mí, que iba a hacer que viera las cosas de otra manera.
Yo ya
con mis altas expectativas empecé a leer el libro, era un libro pequeño, era
distinto al resto de libros que solía leer, pero no acababa de engancharme, y
yo en el fondo no sé por qué, sentía que estaba decepcionando a mi padre (cosas de niña).
¿Por qué no me gustaba el libro? ¿Por qué me
estaba “costando” leer algo tan pequeño?
El caso
es que lo acabé y lo archivé en mi estantería como un libro más que había leído
sin pena ni gloria. No me llegó, y yo esperaba que me dejara una marquita en
alguna parte, yo esperaba que fuera EL libro.
Pasaron
los años y mi yo niña dejó de serlo.
Cambiaron muchas cosas en mi vida, entre ellas mi relación con mi padre. Pero
aquél libro siguió en el mismo hueco de la estantería, sin moverse en todos
aquellos años.
Un día,
lo vi, con su lomo naranja, tan pequeño… y
me acordé de ese momento en el que mi padre me lo dio, y me puse a
llorar, así, sin más. Yo llorando por ver un libro del que ya ni me acordaba, y pensé ¡qué estupidez! Pero lo cogí, y empecé a
leerlo de nuevo.
Y no sé qué pasó, pero todo cambió, yo no lo recordaba así,
era como estar leyendo otra historia completamente distinta. Esa misma tarde
acabé de leerlo y me encantó, me dejó una marca, comprendí aquellas palabras de
mi padre que no entendí en su momento. Y desde entonces lo he leído muchas
otras veces porque para mí es uno de esos libros que te da una lección de vida
cada vez que lo lees.
No sé
si es el libro o es el significado que tiene para mí, pero de todos los libros
que tengo (y no son pocos) el que sin dudarlo salvaría de una quema, es ese. Y
no es mi libro favorito, aunque sin duda está en el Top, pero es distinto lo
que me hace sentir, para mí es un libro distinto al resto y siempre le voy a
tener un cariño especial, por todo lo que significa, y todo lo que realmente
dice.
Y aquí
os dejo uno de mis fragmentos preferidos de 'El principito'.
Y
vosotros ¿qué libro salvaríais de la quema si sólo pudierais elegir uno?
El hobbit. Mi padre, al igual que el tuyo, también tuvo un primer libro para mí. Dentro de ese libro están mi infancia y mi padre y sería el primer libro que salvaría de la quema.
ResponderEliminarUna entrada muy bonita :)
El hobbit también es un libro que leí en mi infancia, aunque más bien lo intenté jaja
EliminarSoy ese 1% al que no le gustó leer El Hobbit, se me hace muy pesado leer a Tolkien :(
Sabía que hablabas del Principito porque mi madre me lo regaló diciéndome algo parecido. Yo ahora se lo quiero regalar a mi hijo pero considero que, como tú, aún no lo entenderá, así que esperaré un poco más de tiempo.
ResponderEliminarYo salvaría Romeo y Julieta... y muchos otros... no podría elegir la verdad.
Yo también tengo pensado en regalárselo a mi hijo/a si algún día tengo, y si no se da el caso a mi sobrina <3
EliminarRomeo y Julieta... uno de mis clásicos pendientes.
El principito es precioso, sin duda uno de mis favoritos también. Pero si tuviese que elegir sólo uno, sería "gracia y el forastero" porque creo que fue el primer libro que me hizo llorar, además era de mi madre y es muy antiguo, de esos con las páginas amarillas con olor a viejo jaja
ResponderEliminartomate
No lo había oído nunca. Yo también recuerdo el primer libro que me hizo llorar con su contenido, y no como el caso de El principito.
EliminarMe encantan esos libros en los que se nota el paso del tiempo pero ahí siguen :)