jueves, 27 de junio de 2013

Lugar de pas(e)o

Me resulta curioso que a la gente le parezca extraño ir a un aeropuerto a ver salir y llegar aviones y observar e inventar las historias de la gente: reencuentros, llegadas por trabajo, pancartas… Pero sea lo más normal ir al puerto, vale que tiene mar, pero al fin y al cabo lo que más ves son barcos.
El aeropuerto es un lugar de paso para todo el mundo, y el puerto un lugar de paseo.  

Yo de pequeña, a veces, me iba con mi padre al aeropuerto, sin maletas, sin billete, sin destino. Íbamos al aeropuerto y nos poníamos delante del ventanal a ver como salían y llegaban los aviones. Me encantaba ver el despegue, me imaginaba la vida de los que iban dentro, a dónde iban, por qué, si iban solos, si iban a encontrarse con alguien o si dejaban a alguien atrás… Me quedaba mirando las pantallas de próximos embarques y elegía en qué avión me montaría yo.

Quizás de ahí venga mi gran afición a los viajes, mi necesidad de salir de mi ciudad, por poco tiempo que sea, cada cierto tiempo, y también es probable que venga del hecho de que todos los veranos nos íbamos a algún sitio, y así llevo recorrida más de media España.

Es curioso, porque siempre que íbamos al aeropuerto era para ver los aviones, pero nunca cogíamos ninguno, nunca he montado en un avión con mi padre, pero he visto tantos despegues y aterrizajes con él…
Y aun así me pone un poco nerviosa coger aviones, el momento de pasar la maleta y todas las cosas por la cinta, el momento de quitarme las botas y pasar descalza por el detector, el momento de embarque y la tensión de no saber si me dejarán pasar mi maleta como equipaje de mano, el momento del despegue... Me encanta, pero me pongo nerviosa.

La gente pasa noches en el aeropuerto, yo también lo he tenido que hacer alguna vez, y suelen ser noches horribles buscando la postura para dormir un mínimo y a la vez cubriendo como puedes toda tu maleta con el cuerpo para que no te la roben. No me gustan esas noches, pero adoro esos amaneceres, supongo que también tiene algo que ver la compañía.


Y todo esto viene porque he leído la frase "Los aeropuertos ven más besos sinceros que las bodas", y me he acordado de esos momentos y a la vez me he dado cuenta de que la mayoría de las personas odian los aeropuertos, y yo no entiendo por qué, y luego cuando digo que iba por placer me miran extrañados ¿tan raro es?



12 comentarios:

  1. Hola!!! qué frase más bonita!!! me inspira y todo!!!
    sabes yo tambien creía que era raro hasta que te he leído y me has cambiado el parecer.

    besotes!

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    1. Pues me alegro de que haya cambiado tu visión y ahora puedas ver el aeropuerto como algo más, como hago yo :)
      Un besazo!

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  2. Me ha encantado el relato, muy sentido y bonito de verdad :) Nunca he concebido de esa manera los aeropuertos, pero lo que si que es cierto es que los lugares asociados a mi infancia en los que he sido feliz, siempre serán bonitos para mí. Afortunada tú que tienes buena compañía.

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    1. Pues sí, y eso que han cambiado mucho las cosas desde que iba con mi padre a ahora, mucho muchísimo desgraciadamente, pero al final los buenos recuerdos siempre quedan ahí, no?
      Me alegra que te haya gustado :)

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  3. Imagino que la gente que odia los aeropuertos es porque tiene miedo a volar o porque odian todo lo relacionado con la seguridad. Los controles pueden llegar a ser demenciales, sobre todo si tienes la mala suerte de que te piten todos los arcos metálicos de los cinco continentes :(

    Personalmente cuando tengo que coger un vuelo no me hace ni pizca de gracia estar allí; sin embargo, es un lugar que me encanta. De hecho podría pasarme horas viendo a los aviones despegar y aterrizar y siempre me lo paso de fábula cuando voy a buscar o llevar a alguien.

    Besos!

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    1. Hay mucha gente también a la que coger un avión les estresa, y puedo entenderlo, a mí a veces también me pasa si voy con el tiempo justo.
      Pero me encanta de todos modos ir tanto si es para coger un vuelo o por otro motivo :)

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  4. A mi también me gustan los aeropuertos. La sensación de irme, incluso la sensación de volver, siempre despiertan en mi sentimientos enormes y contradictorios. No me importa que mi vuelo se retrase, yo disfruto viendo pasar gente e imaginando sus destinos. Me encanta esa frase que te ha inspirado, además creo que es muy cierta. Nadie besa como en un aeropuerto... nadie.
    Un abrazo, Pecas

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    1. Muy de acuerdo con todo lo que has dicho palabricas.
      Y me encanta ver que hay más gente que piensa así :)
      Un beso!

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  5. Muy inspirador!! me encantan los aeropuertos, cuando voy como cuando vuelvo, es siempre buena la sensación.

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    1. Me alegro que te haya gustado, y gracias por pasarte por aquí. A mí también me dan siempre buena sensación.
      Besos!

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  6. Para mi desgracia o no, sólo he viajado en avión en dos ocasiones. ¡Pánico absoluto en despegue y aterrizaje!

    Es bonito tener esos lugares sagrados. Es como que gusta la idea de que para uno mismo tengan un significado diferente y más profundo, y que para otros pasen totalmente inadvertidos, ¿no? De hecho, es mucho más bonito si esos lugares son compartidos.

    Personalmente no me identifico así con los aeropuertos, pero porque vivo "lejos" de uno y no he tenido tanto contacto. Me alegro que tengas un lugar así con tu padre, espero que algún día por fin podáis viajar en un avión los dos (ya estás proponiendo un Happy Family Trip).

    Besos :D

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    1. Jajaja yo me pongo nerviosa en esos momentos, pero totalmente soportable.

      Yo me he dado cuenta de que la mayoría de mis lugares sagrados están asociados a alguna persona, y mira que me considero una persona súper independiente, pero a lo mejor no lo soy tanto...

      Lo del viaje familiar quizás algún día, pero ahora está complicado...
      Un besazo!

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