Ya no recordaba ni cuándo había escrito la última entrada de este blog, ni qué puse en ella. Después de leerla he premiado el buen trabajo de mi memoria para dejar de lado información innecesaria, pero de eso va este blog.
Hace dos días encontré dos libretas de esas que escribía cuando era adolescente, me pasé una tarde leyéndolas y las páginas se resumen en dos frases: not bad (lo que pensaba para la edad que tenía) y Dios, qué cortavenas estabas a veces. Pero bueno, qué adolescente no se ha sentido incomprendido, eso está marcado ya en el desarrollo biológico. De repente aparece el gen de #dramaqueen y ahí se queda unos añitos, en algunos para toda la vida.
El caso es que ya no escribo mis pensamientos ni lo que me pasa. No sé si es por falta de tiempo, desgana, la vida adultjajajaja... pero ya no escribo. Y la verdad es que lo pensé, y me dio pena. Con lo que a mí me gustaba escribirlo todo y releerlo posteriormente.
Ahora mismo podría dividir mi vida en secciones: lo divertido (guiño guiño) de trabajar cara al público, la vida siendo torpe, vivir con un gato y otras criaturas, crisis existenciales, miscelánea.
Que por cierto, yo no sé ya si es normal pasar por tantas crisis existenciales a partir de cierta edad, o es que no salgo de la misma y pienso que son varias (muy probable). Pero ahí seguimos.
En otro orden de cosas, yo, la obsesa de tener todo bien organizado en cuanto a horarios se refiere, no me ha quedado otra que aprender a vivir en un mundo de caos e incertidumbre semanal. Horarios que a veces no hay por donde coger, pero que ya he normalizado. No sé si esto es algo bueno o malo, pero me sorprende lo bien que me adapto. Que digo yo que será por simple supervivencia, porque tampoco me queda otra...
Y nada, que de eso se trata lo de escribir tus historias, no? ya sea aquí o en libretas. Volcar las cosas sin mucho sentido, hasta que haya algo que realmente quiera contar, entonces ya me explayo.
PD: Hola Otoño (si aún existes) ¿puede llegar ya el frío para quedarse?
Saqué las mantas y las sudaderas un día, pero fue sólo una ilusión.
Te echo de menos Otoño,
con todo mi cariño,
Pecas.
PD: Hola Otoño (si aún existes) ¿puede llegar ya el frío para quedarse?
Saqué las mantas y las sudaderas un día, pero fue sólo una ilusión.
Te echo de menos Otoño,
con todo mi cariño,
Pecas.
Sí, es normal tener crisis existenciales a partir de cierta edad y es más, te puedo garantizar que más adelante también... (bueno, igual es que yo soy muy rayado, todo hay que decirlo). Me alegra que hayas vuelto :) Ánimo!!
ResponderEliminarSí, creo que es algo permanente ya xD
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