Empieza esa etapa en la que todos tus amigos comienzan a casarse, y como lo de repartir bien las cosas en esta vida no se lleva, pues este año he sido invitada a 5 bodas -y a 2 más el año que viene- ole ole. Este año pude asistir a 4, que ya me parece una pasada.
El caso es que ya de por sí yo soy poco de bodas, hace 6 años lo explicaba en esta entrada, y aún sigo pensando exactamente lo mismo. Y no digo que no me lo pase bien, está guay cuando son gente cercana a la que quieres y te reúnes con más amigos etc. Pero al final con tanta boda seguida llega un momento en el que si ya de por si te parece algo poco especial y repetitivo, pues con la saturación (que igual yo también soy de saturación rápida) aún lo ves más poco especial y repetitivo. Todas a las que he ido han seguido el mismo patrón, independientemente de que fueran por lo civil o por la iglesia. Me cuesta mucho ver lo personal en estas cosas, y por eso no es un momento que me parezca especialmente bonito, no sé.
Y ya ha llegado un punto, en el que cada vez que un amigo nos decía que tenía que darnos una noticia, sólo pensaba: por favor, que vayan a tener un hijo y no se casen ahora xD
Y sigo escuchando que fue el día más especial de su vida, y sigo sin entenderlo. Pero bueno, mejor bodas que funerales, el de este año ya me destrozó bastante...
Y para el pack (casi) completo (me falta el bautizo), también tuve una comunión este año, o como leí una vez y ya me he agenciado el término "una boda hobbit". Porque ahora las comuniones son como minibodas, yo no entiendo nada de verdad. Dejad a los niños ser niños, y si el día es para ellos, que así sea. Ese es el recuerdo, no las fotos que obligas a que se haga y todo el paripé.
En fin, simplemente a cada uno le hace feliz lo que le hace feliz, supongo.