martes, 29 de julio de 2014



La vida es inestabilidad. Nos empeñamos en lo contrario, en que todo tenga un equilibrio, pero lo natural no es del todo así.

Y habrá momentos en los que todo se desmorone y tengamos que reconstruir las cosas de nuevo, y otros en los que simplemente habrá que seguir la estructura de lo que ya estamos construyendo. Habrán edificios que permanezcan y otros que no. Y habrá gente a la que conocerás en momentos indicados, aunque se trate más de conocer a la gente indicada.

Todo esto sin olvidar que también se puede vivir sin edificios, claro, y hay momentos de la vida en los que lo preferimos así. Y creo que ahora estoy en uno de esos, sólo quiero verde y mar y dejar las construcciones para septiembre. Y que por favor, por favor, me lleven lejos de este calor infernal.

PD: Y si no entendéis nada, es normal.